Petra en griego significa piedra. No es muy difícil deducir
que Petra es la ciudad de piedra, digamos que nunca fui un genio. Y no en vano
se llama así esta antigua capital del reino de los nabateos. Es una ciudad que
esta excavada y esculpida en la piedra misma. Tampoco es difícil maravillarse.
Primero porque uno se pregunta cómo carajo lo hicieron y por otro lado uno
ingresa por pasadizos en rocas de diversos colores que lo hacen a uno sentirse
en una aventura. Cuando digo que todo
acá es de piedra, es todo. Los canales de riego, las casas, las iglesias, el anfiteatro,
los dioses, las estatuas, las personas.
Siempre escuché a mis amigos repetirme que soy de madera cada vez que
juego al fútbol hasta el punto de estigmatizarme. Les puedo decir que encontré
mi lugar en el mundo. Sé que no estoy hecho para el futbol argentino pero en el
fútbol de Petras soy un crack. En los picaditos a los jugadores los paso como
estatuas y la gente acá comenta sobre mis habilidades y murmullan por lo bajo
si seré tan bueno porque soy de madera. No pasó mucho tiempo para que el
técnico del seleccionado considerara mis habilidades y me nacionalizaran.
Recuerdo charlas tardes enteras con mis amigos soñando con la posibilidad de
irnos a un país poco adaptado al fútbol para nacionalizarnos y poder jugar en
la selección. Chipre y Malasia encabezaban la lista. ¿Quién puede saber jugar
al fútbol en Chipre? Parecía que en Petra había encontrado ese lugar. Pero todo
no fue tan simple. Mis compañeros no me la hicieron fácil. La discriminación está
presente en Petra también, y ser de Madera fue algo que no me dejaron pasar.
Madera se había extendido como un término despectivo. ¡No seas Madera! se decían
entre ellos cuando querían señalar algo que no habían pensado de modo correcto.
O ¡Madera de mierda!, escuchaba que se gritaban en una pelea cuando la
intención era herir al otro. Mi angustia empezó a crecer y mi rendimiento bajó.
El entrenador se preocupó y vino a
hablar conmigo varias veces, pero nunca le dije lo ocurrido. En una cena con el
equipo de fútbol el entrenador escuchó a mis compañeros decir ¡Madera de
mierda! y comprendió el origen de mi depresión. Se paró enfurecido en frente
del equipo y les mostró a todos sus miserias. Me miraron avergonzados después
de que se los pusiera en evidencia. Había empezado por un poco de celos y se
había vuelto algo ridículo. No me pidieron disculpas pero me integraron que fue
algo más reconfortante. Ahora que los conozco les puedo decir que son personas
de fierro. Y lo digo por lo bajo, todavía no se llevan bien con los metales.
"recuerdo charlas tardes enteras con mis amigos soñando con la posibilidad de irnos a un país poco adaptado al fútbol para nacionalizarnos y poder jugar en la selección. Chipre y Malasia encabezaban la lista. ¿Quién puede saber jugar al fútbol en Chipre?" jajaja gran pasaje gran.
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